Los insectos comestibles son una alternativa saludable, rica en proteínas y Omega 3, calcio, hierro y zinc. Le ofrecemos una amplia selección de insectos comestibles, listos para ser degustados, elaborados según un estricto proceso y múltiples controles de calidad. Todos nuestros productos están empaquetados, listos para exportar a Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia, Asia… Haga su elección.
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Insectos comestibles más valorados
Next Food es un productor y distribuidor líder de insectos comestibles a nivel internacional
Desde 2013 hemos desarrollado técnicas de entomocultura (cultivo de insectos) para ofrecerte la mejor oportunidad de descubrir y degustar estos insectos comestibles a través de nuestra tienda online.
Next Food tiene una granja de insectos comestibles en Tailandia, mientras que el resto de nuestros insectos proceden de una red de criadores de insectos repartidos por todo el mundo. La empresa eligió nuestro emplazamiento en Tailandia por sus condiciones climáticas, que permiten que los insectos se desarrollen de forma natural. Además, nuestras granjas se han creado para cumplir las normas sanitarias relativas tanto a la cría como al envasado.
Nuestro proceso de cultivo y secado es respetuoso con el medio ambiente, no utiliza productos químicos y se lleva a cabo según estrictos procesos y múltiples controles de calidad. Nuestra granja de Tailandia utiliza electricidad de pago cero para criar los grillos, por lo que es muy respetuosa con el medio ambiente, no se requiere control climático debido a la humedad y los insectos se secan utilizando un deshidratador sin energía. Los insectos se deshidratan, pero se pueden rehidratar colocándolos en agua hirviendo durante 10-15 minutos. Tener una granja sostenible garantiza la mejor calidad de los insectos comestibles.
Somos conocidos en todo el mundo por la alta calidad de nuestros insectos comestibles y nuestra amplia gama de productos listos para comer están envasados y listos para la exportación. Nuestros clientes habituales se encuentran en Europa, Estados Unidos y Australasia.
Consumo de insectos
Comer insectos comestibles es algo natural, aunque la tendencia no se haya desarrollado en muchas culturas occidentales. Muchos de nosotros comemos insectos a diario sin saberlo. Los insectos han entrado en el proceso de fabricación de alimentos industrializados en diversas formas, como los colorantes.
«E120» o carmín en las etiquetas de los ingredientes de los productos es una sustancia que se obtiene del insecto cochinilla, se utiliza para teñir diversas confiterías, pasteles y mermeladas, jarabes, yogures, bebidas y carnes. La cochinilla también sirve de colorante para productos farmacéuticos, como medicamentos y suplementos dietéticos. Los expertos afirman que al consumir estos productos de color, comemos más de 500 g de insectos comestibles al año. Esta cifra es considerable para las personas que piensan que no comen insectos. Además, esto demuestra que los insectos comestibles no son tan repugnantes como creemos.
Además, el consumo involuntario de insectos comestibles es muy común, ya que también pueden encontrarse accidentalmente en los alimentos industrializados. Es casi imposible garantizar la ausencia de fragmentos de insectos en preparados industriales como la harina, los cereales, las legumbres y las sustancias proteicas vegetales. Conscientes de este hecho, las autoridades sanitarias imponen normas estableciendo códigos alimentarios en los que, por ejemplo, un producto alimentario industrial no debe contener más de un 0,1% de fragmentos de insectos por masa de muestra.
Además, puedes tragar insectos sin saberlo. Este es el caso cuando nos tragamos accidentalmente una mosca mientras caminamos o simplemente dormimos. Las leyendas urbanas dicen que podríamos tragarnos arañas mientras dormimos; aunque los artículos científicos comentan la improbabilidad de que esto ocurra, es muy posible que insectos más pequeños, como las hormigas, caigan en nuestra boca y acaben colándose en nuestro esófago.
Basándose en esta información, los estudios afirman que podemos comer casi 1 kg de insectos por persona cada año.
Recetas
También puede probar los «simples» y decidir condimentarlos «a su manera» utilizando las distintas combinaciones de sabores que ofrecen las diferentes salsas y especias disponibles en su propia cocina. Los insectos planos tienen la ventaja de poder ser consumidos de forma dulce o salada. También ofrecemos una variedad de insectos con sabores especiales.
Los insectos comestibles son una alternativa saludable, ya que son ricos en proteínas y omega-3, calcio, hierro y zinc. Puede crear sus propias recetas utilizando nuestros insectos simples; busque inspiración para las recetas en nuestro blog o en Internet, donde muchos seguidores de estos platos ponen sus propias recetas.
Insectos para probar primero
El éxito de una primera cata de insectos comestibles influirá en nuestra opinión sobre la entomofagia (comer insectos). En este caso, es importante elegir el insecto o el producto adecuado al gusto. Según algunos entomófagos confirmados (personas que comen insectos como alimento), se sugiere comenzar con pequeños grillos y gusanos de la harina comestibles.
Precauciones al comer insectos
Los insectos comestibles son limpios en sí mismos, pero pueden contener productos nocivos como insecticidas, pesticidas y herbicidas al posarse en el césped o visitar ciertos campos de cultivo que están siendo tratados contra las plagas. Por lo tanto, nunca es aconsejable capturar insectos para el consumo en la naturaleza, los jardines o los campos, y es mejor comprar insectos comestibles en tiendas especializadas, ya que estos insectos se crían específicamente para el consumo humano en centros de cría/granjas o se recogen en zonas tropicales donde el consumo de insectos es una práctica habitual.
Hay que tomar precauciones antes de comer insectos comestibles. Es importante saber si se es alérgico a los insectos comestibles. En principio, las personas alérgicas al marisco no deben consumir insectos, ya que pueden ser alérgicas a la quitina del exoesqueleto del insecto, que es muy similar a la quitina de los crustáceos. Si no está seguro, necesitará el medicamento adecuado para hacer frente a una posible reacción alérgica.